Me ha costado menos abrir mi mente por ti que mantenerla abierta sin nadie que quiera cruzar la puerta.
Desgraciadamente se que en algún momento soltaré la puerta, pero he dejado un piedra en medio, para que no se cierre del todo cuando la suelte.
Porfavor, da la patada a la piedra y cierra cuando te vayas . Al fin y al cabo, yo solo puedo poner la piedra.
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